Las semillas son la fuente de la vida, de la biodiversidad y por sobre todo la soberanía alimentaria de los pueblos. Conservar nuestras propias semillas, intercambiarlas y resembrar cada año es fundamental para garantizar la sostenibilidad de nuestro huerto, su adaptación y resiliencia al ser un banco vivo de semillas.
En la huerta con Lupa siempre dejamos plantas que cumplan su ciclo, extraemos semillas de frutos que son de variedades locales para su conservación ya que son semillas que van co-evolucionando con nosotros en el huerto y adaptándose a los cambios.
Hacemos nuestra propia selección, según características que vemos que han sido interesantes durante el cultivo. Sabor, resistencia a enfermedades, sequía y a prácticas de cultivo.
Además intercambiamos con agricultores locales y en ferias de biodiversidad con variedades locales que nos gustaría ayudar a conservar o apadrinar variedades y evaluar su comportamiento.